Capítulo 17: "Apóyate"

Ha sido una mala semana. De las peores que recuerdo en algún tiempo. Todo el mundo está triste. Todos me lo cuentan. Yo también estoy mal. Pero intento ayudarles. Por ellos, por mí. Por mis propios asuntos. Semana agobiante. Exámenes, trabajos, deberes, acostarse a las tantas, broncas, problemas... Llega el fin de semana. Deseadisimo. Pues uno de los peores. Aún que solo por las noches. Noches sensibleras.
Lucía llevaba mal toda la semana. Nos apoyamos la una a la otra. Más que nunca. Mensajes, comentarios, privados... Nos contábamos cosas pero nunca nos habíamos sincerado tanto como esta semana. Me sentía muy arropada, sobre todo por ella. Quería que estuviera bien. De echo, nunca la había visto tan mal. Ella también quería que yo estuviera bien a pesar de que ella no lo estuviese. Joder, que buena era.
La noche del Viernes fue la peor. Nos reunimos Sara, Amanda y yo en un tinychat. Acabamos las tres llorando como magdalenas. Vivimos a diez minutos y nos vemos una vez cada mes, dos... nos conocimos y unimos gracias a un cantante y amigos en común. El día que nos vimos por primera vez fue genial. Sara y yo hablábamos todos los días en clase de Amanda. Eramos geniales.  Hacía ya un año y mucho de eso. Pero nos habíamos distanciado un poco, aún que seguíamos viéndonos. Recordaron momentos, recordaron a personas... Gente que yo todavía no había visto en persona y a la que quería demasiado. Como Susana. Susana... la conocí hace poco más de un año gracias a un extraño mundo en el que me embarqué. Lo único bueno que tuvo. Lloré. Lloré por no poder abrazarla, por lo tenerla conmigo. No habíamos parado de hablar ni un instante, desde el principio. Siempre está ahí. Aún que sean más de 500 kilometros. Para lo que necesitas, te ayuda, te aconseja y te da cariño. Es mucho en mi vida. Sencillamente genial. Cambiamos las dos juntas. Avanzamos las dos juntas. No sé que haría sin ella. Lloramos y lloramos las tres juntas. Amanda, Sara y yo. Esa noche. Pensando y recordando. Decidimos vernos la semana próxima y pasarnoslo genial como siempre lo hacíamos. Prometido.
Sábado noche. Llorera de nuevo. Pero esta vez no era por ellas, si no por él. Me habló. Pensaba que ya se iba todo a la mierda otra vez. En efecto. Dijo cosas que me hicieron sentir mal. Y llorar y llorar y llorar. Joder, yo no quería llorar. Con la noche anterior me llagaba de sobra. Que rabia todo. Llore bastante y durante un buen rato. Pero decidí dejar de hacerlo. Mejor dicho, se calmo el asunto. La cosa no avanzaba para nada. Ni para adelante ni para atrás. Tampoco quería pensar en nada. Esta relativamente bien sin tener que pensar en eso también. Bah, me desconecté. Era ya tarde y me quería ir a dormir. Estaba muy cansada. Me acosté y cogí mi libro. "Tengo ganas de ti." Casi una hora y me lo terminé. "¡Noooo!" No quería terminármelo. Estaba genial. Pero todas las historias tienen un fin. Bueno, habrá que esperar a la película. Apunté unas cuantas frases y párrafos del libro que me gustaban. Llevaba todo el libro apuntando frases. Eran demasiado buenas. Después de esto apagué la luz y me dormí. Tanta llorera y tristeza me hizo caer redonda en mi almohada.
Dos y pico del medio día. Como necesitaba esto. Mi madre me grita desde la cocina que la comida está en la mesa. Analicemos. A parte de que todavía seguía un poco dormida, estaba bien. No me sentía mal ni nada. ¿Cabeza? Mierda. Me acordé de todo. Me acordé de él. Nada. Fuera. No pensar. Mente fría. Me fui a comer. Comí y me llené. Últimamente mi madre me ceba mucho. Voy a empezar a ir a correr con Lucía o algo, que seguro que se apunta. Mi hermano ya se había ido. Una "excursión". No volvía hasta el Sábado. Genial. Más libertad esta semana. Aún que sabía que esta semana me tenía que poner las pilas. Por lo menos en matemáticas. El Viernes tenía examen y tenía que aprobarlo y con nota. El cuatro del otro examen no me había hecho demasiada ilusión. Tenía que aprobar la asignatura si o si. Reto propio. Ojalá lo consiga. ¿Cuántas cosas a la vez estaban pasando esta semana? Por fin se terminaba. Domingo. Domingo de relax. Nunca había querido tanto que llegara un Lunes. Realmente esta semana había estado llena de líos, problemas, apuros... para que luego digan que ser adolescente es fácil. Ya... que lean esto, a ver que les parece.

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