Capítulo 3: "Atrevimientos"

Sí. Esa tarde era rara. El aire de la ventana no se equivocaba. Me fui a dar mi ducha de la tarde. A eso de las 7:30. Es uno de lo mejores momentos que conozco en la vida. Mientras estas duchandote nadie te molesta. Pensarlo. Es realmente el momento en el que estamos completamente solos. El agua te cae en la cabeza. Cierras los ojos y es como si estuvieses escuchando una pequeña cascada de fondo. Luego pones la música que quieras y a pensar. Es un momento perfecto. Pienso mucho en esos veinte minutos que suelen durar mis duchas. De verdad. Me sequé el pelo a conciencia, me puse el pijama, las zapatillas y me fui al ordenador. Estaba bastante cómoda. Lo encendí. Contraseña. Tuenti. Twitter. Facebook. Hablo con gente, respondo tweets, contesto y veo novedades de tuenti...me entretengo. Miro el chat. Esta conectado. Me habla al instante. Contesto. Me encanta hablar con él. Me ayuda mucho en todo y le tengo un cariño especial. Quien me iba a decir a mi lo que iba a pasar a continuación. Le dije que me hacia tilín un chico de mi clase. Me pidió su nombre de tuenti. Me negué. En realidad no era verdad.
- No me gusta del todo, es más bien un capricho tonto. Me gusta otro.
- ¿Quién?
- ¿Seguro que quieres saberlo?
- Si.
- Te vas a arrepentir...
- Dime.
En esos instantes lo que le dije fue lo siguiente: me ayudas mogollón en todo y últimamente estoy sintiendo algo...no sé si es cariño de amigo o algo más. Si señor. Así se lo dije. La primera vez que le suelto eso a un chico a la cara. Bueno a la cara. Por tuenti. La verdad es que me quedé bastante agusto. Ya eran varias las noches que me dormía a las tantas pensando en el tema. Tenía miedo por que me dijera algo en plan borde y nuestra amistad se agrietara, pero algo dentro de mi me decía que no, que el no era así .Y fue justo lo que me dijo. Que no se enfadaría por nada como yo le dije. Que sabía de sobra que él no era así. Suspire. De alivio. Y se me calló una lagrima. Sonreí.
- Deja que reaccione, ¿vale? Sé que no lo tienes claro y a mi me ha pillado así en frío. Meditalo esta noche y hablaremos del tema mañana.
La verdad es que se portó genial conmigo. Es especial. Lo dejamos ahí. Empezamos a hablar de otra cosa como si nada. La verdad yo me sentía rara pero a la vez bien. Esa noche pensé más que nunca en la cama. Tardé bastante en dormirme. Bastante. Pensé, pensé y pensé Quizás el no me dijo nada malo porque siente lo mismo que yo. Ojalá fuese así. Pero sería difícil crear algo a tantos kilometros de distancia. No saldría bien. Pensé en la parte pesimista de la situación. Hay que estar preparada para todo. Quizás no me dijo nada malo y lo dejó correr para no volver a sacar el tema nunca o simplemente porque no me volverá a hablar más o al menos como antes. La cabeza me daba mil vueltas. Mis neuronas me pedían una tregua. La jaqueca se abría paso después de varios años sin tenerla. Mi cuerpo me decía que debía dormirme ya. Pensando en todo y repasando cada palabra que me dijo cientos de veces, me dormí.

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